
Fuente: El Deber
La gerente de la Asociación de Surtidores, Susy Dorado, alertó que las colas persisten y que el abastecimiento no cubre la demanda. Los más afectados, dijo, son los productores agropecuarios del área rural.
La escasez de diésel continúa golpeando al país pese a los anuncios oficiales de normalización. La gerente de la Asociación de Surtidores (Asosur), Susy Dorado, explicó que las estaciones de servicio apenas están recibiendo entre un 30% y 40% del volumen que requieren para cubrir la demanda diaria.
“Ustedes han podido ver, las colas por el diésel continúan. No hemos podido salir de esta falencia, no se ha cubierto la totalidad de la demanda que tenemos en las estaciones de servicio”, afirmó en entrevista con medios de TV.
Dorado explicó que Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos (YPFB) está entregando el producto solo entre una y dos veces por semana, lo que ha complicado especialmente a las zonas rurales. “El diésel es un producto bastante requerido, principalmente en provincia. Quienes más lo sufren son los agropecuarios, los agricultores, que están imposibilitados de conseguir este producto. Ahorita estamos aproximadamente con un 30 a 40% de entrega de lo necesario para cada estación de servicio”, señaló.
El suministro irregular ha generado largas filas en varias estaciones del país y ha comenzado a afectar las actividades agrícolas e industriales que dependen del combustible para mover maquinaria y transporte pesado. Desde el sector, piden a las autoridades una solución estructural y no solo medidas paliativas.
El problema no es reciente.
Bolivia atraviesa una crisis energética derivada de la caída de la producción de hidrocarburos, la falta de divisas para importar combustibles y el contrabando hacia países vecinos, lo que ha tensionado el abastecimiento interno. Los sectores más golpeados son los productivos, especialmente el agro, que necesita diésel para la siembra, la cosecha y el transporte.
